domingo, 4 de febrero de 2007

Proceso


Las gentes vienen, van,
gritan, sueñan, parpadean,
sonríen, se lamentan, lloran,
ansían,
ocasionalmente son felices,
levitan, procrean,
pintan la mañana de carmín,
inventan revoluciones,
se alimentan de utopía,
subyacen tras de sí,
envejecen,
se acomodan en su sillón,
miran al horizonte como si de un recuerdo pretérito se tratara.
Y, al final,
inevitablemente, mueren.
Algunos, aún después de muertos,
permanecen para siempre.
...
Como tu en mí,
que lo llenas todo.
Y a la vez me vacías.