lunes, 2 de mayo de 2011

Autorretrato (I)

En la otra orilla del río,
donde crecen malas hierbas
y salen las ranas a sacudir su costumbre
de croar por todo,
de croar por nada,
de croar,
hay un canto rodado
que se escapó de la corriente
y no consiente que nadie le tosa encima
ni que le cante,
ni que le cuente.
Es un canto rodado muy impertinente
que se escapó de lo corriente
y no sabe ser condescendiente.