lunes, 30 de abril de 2007

Una palabra...



No se puede pedir a una roca

que se convierta en pan

con el que alimentar el hambre

de los días de tedio;

ni a un huracán que acaricie con mesura

las ramas de los árboles;

ni a un reloj muerto que se transforme

en la epopeya

de una historia imposible.

Una palabra, a veces una palabra

sustituye al Universo,

un gesto, una sonrisa, una mirada

ahuyenta los lobos que aúllan en el alma

y que absorben el silencio del amanecer.

Una palabra es suficiente

para que el día renazca entre los suspiros

del alba y

las caricias de un rayo de luz que se cuela

por entre las rendijas de la madrugada,

posándoseme suavemente en la piel.

Entonces despierto

y la negrura de la noche ya no está

por que en mi mente también ha salido el sol.

viernes, 13 de abril de 2007

Breve historia de un suspiro


Tu piel. Tu piel era mía.

Fue…

Tus labios. Tus labios sabían a beso.

Sabían…

Tus manos. Tus manos estaban.

Estaban…

Mi alma era tuya.

Era…

Mis silencios te pertenecen.

No. ¡Ay! Ya no.

miércoles, 4 de abril de 2007

Sinfonía para una noche de primavera


Le dijo:

-Recítame un poema.

Le contestó:

-Te quiero.

Y...

entre beso y verso,

quebrando los acordes de la noche,

fundieron sus cuerpos hasta el amanecer.