lunes, 22 de enero de 2007

Albor



Entre gemidos y susurros que se vierten
en la sombra delirante del
crepúsculo;

entre ansias y pasiones desbocadas
que alimentan la lujuria de las horas...
la Luna se deshace en mil pedazos
que penetran en el vientre de
la Noche.


Cada estrella es una mota de placer,
una prueba inapelable de ternura.

Como fruto de ese amor
sobre nubes sensuales
nace el Alba.

Poco a poco,
esplendorosa y satisfecha,
va surgiendo, ama de cría,
la Luz
que amamanta al neonato

con sus pechos transparentes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonita forma de cantarle al alba. Así da gusto empezar el día.

Ángela dijo...

Sucede que a veces nos levantamos con el pie izquierdo y se nos olvida cantarle...

Anónimo dijo...

Estan muy interesantes vuestras letras.
desde este lado del Atlántico saludo tus poemas y a tí. te dejo mi blog para que lo espies cuando gustes y dejs algun comentario, si quieres.
http://www.mattano.blogspot.com

un abrazo, S.M.

Ángela dijo...

Muchas gracias, Sergio, bienvenido a este lado. Ahora mismo me paso por tu sitio.
Un saludo para tí.

Moony-A media luz dijo...

Me ha encantado esa imagen de la Luna y la Noche entralazadas, haciendo el amor entre jirones de ocaso.
Y el nacimiento del Alba...siempre nueva, por estrenar cada mañana.
Hermoso...

Ángela dijo...

Moony, en nombre del Alba, gracias.