viernes, 3 de diciembre de 2010

Para M., que nunca lo leerá



Perdona por haberme ido así,

sin entenderte,

pero es que no supe esperar un día más

o no pude o no quise o no debí.

O pude, quise y debí

pero no fui capaz enfrentarme a ti

cuando me hablaste con pasión de quien te ama.

Ojalá volvieras a buscarme entre mis letras,

¡echo tanto de menos los párrafos que no entrelazamos

y tus veintipocos motivos

para hacerme sentir bien!

2 comentarios:

Mafalda dijo...

¡Lástima que no lo lea nunca! Nunca, que palabra tan odiosa a veces, tan tajante, tan poco real.
Si supiera los veintitantos motivos que podría argumentar...
Precioso. Doloroso también.
Un abrazo fuerte, por si te llega.

Eme dijo...

Lo he leído. Te echo de menos.